El 27 de enero, el mundo conmemora los 80 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, un sitio emblemático de los horrores del Holocausto perpetrado por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Entre 1940 y 1945, más de un millón de personas, principalmente judíos, fueron asesinadas en este campo, que se ha convertido en un símbolo del genocidio que cobró la vida de seis millones de judíos europeos y 100,000 no judíos.

La jornada estuvo marcada por actos conmemorativos en el sitio histórico de Auschwitz, donde sobrevivientes, líderes internacionales y ciudadanos rindieron homenaje a las víctimas. Se depositaron coronas de flores y se encendieron velas en memoria de los caídos. En su discurso, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, destacó que el país se ha convertido en un “refugio seguro para los judíos”, mientras que el canciller alemán, Olaf Scholz, reconoció el impacto global del genocidio en un mensaje compartido en redes sociales.

La conmemoración recuerda la importancia del Día Internacional de la Memoria del Holocausto, designado por la ONU, como una invitación a reflexionar sobre los horrores del pasado y a escuchar los testimonios de los sobrevivientes. Este esfuerzo por mantener viva la memoria histórica busca prevenir que tragedias como estas se repitan en el futuro.