¡Síguenos!El actual director empresarial del Infonavit, Sebastián Bernabé Fernández Cortina y José Manuel Pelayo Cárdenas, quien desde hace años se desempeña como director general de riesgos del Instituto, se traspasaron deudas personales al propio organismo con tasas de interés preferenciales, reveló una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) dada a conocer este miércoles.
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Fernández Cortina transfirió una deuda personal de 5.2 millones de pesos al Infonavit a una tasa de 4 por ciento anual y 0 por ciento en intereses moratorios.
Este traspaso se dio en diciembre de 2015, cuando la tasa promedio que cobraba el Infonavit a los trabajadores por un crédito hipotecario era de 12 por ciento.
Aquel año, el Infonavit otorgó 690 mil créditos a trabajadores que tuvieron que pagar una tasa 3 veces superior de la que gozó el propio directivo del instituto.
Además, los acreditados que se atrasaron en sus pagos debieron cubrir un interés moratorio de hasta 16 por ciento anual, mientras que Fernández Cortina obtuvo el beneficio de no pagar ni un peso de penalización.
Por su parte, Pelayo Cárdenas transfirió al Instituto un adeudo bancario por 8.5 millones de pesos, con los mismos beneficios de 4 por ciento de tasa anual ordinaria y 0 por ciento en interés moratorio.
Estas condiciones preferenciales otorgadas a los directivos se amparan en un programa especial creado para fomentar el acceso a la vivienda a los empleados del Infonavit, Empleavit, que fue anunciado el 6 de octubre de 2015 por el entonces director general del organismo, Alejandro Murat, en un evento interno.
Se trata –dijo al anunciar el programa- de un crédito con las mejores condiciones del mercado: un monto máximo para cada empleado de 41.2 meses de sueldo bruto, con tasa anual de 4 por ciento plazo de amortización de 20 años y los pagos por descuento vía nómina.
En esas condiciones, por ejemplo, un empleado del Infonavit con un sueldo bruto de 20 mil pesos mensuales tendría acceso a un crédito de 824 mil pesos.
Pero los beneficios no fueron solo para los empleados ni se limitó a casas de interés social. Los directivos también aprovecharon.
A los 20 días de haberse anunciado el programa, el subdirector de riesgos se apuntó para transferir al Infonavit una deuda bancaria de 8.5 millones de pesos por una vivienda adquirida en el fraccionamiento Campestre Loma de Palo Alto, una exclusiva zona residencial en Cuajimalpa.