El ciclón tropical Chido impactó con fuerza devastadora la isla francesa de Mayotte, dejando un saldo preliminar de 14 fallecidos, 246 heridos y nueve personas en estado crítico. Según el alcalde de Mamoudzou, Ambdilwahedou Soumaila, las cifras podrían aumentar drásticamente en las próximas horas. El Ministerio del Interior de Francia estima que las víctimas fatales podrían ascender a cientos, dada la magnitud del desastre.

El ciclón alcanzó la categoría 4, con vientos de hasta 220 km/h, arrasando barrios enteros, destruyendo infraestructuras clave y dejando a miles de habitantes sin hogar. Mayotte, considerado el territorio más pobre de Francia y de la Unión Europea, sufrió graves daños debido a la precariedad estructural de sus viviendas. Numerosas favelas fueron destruidas, agravando la crisis humanitaria.

Las instalaciones del principal hospital y el aeropuerto de la isla resultaron severamente dañadas, complicando las labores de rescate y atención médica. Para garantizar el orden, se desplegaron 1,600 elementos policiales, mientras que el presidente Emmanuel Macron expresó su solidaridad con las víctimas y ordenó medidas urgentes para atender la emergencia.

El ciclón dejó a su paso árboles arrancados, barcos volcados y extensas áreas destruidas. Las labores de reconstrucción han comenzado, pero el desafío es monumental, dadas las condiciones de pobreza estructural que afectan a la región. Mayotte enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, poniendo de manifiesto la vulnerabilidad del territorio ante desastres naturales y la urgente necesidad de apoyo internacional.