¡Síguenos!En contra su clase política a la que responsabilizan de la explosión en el puerto que causó cientos de muertos y miles de heridos
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Los manifestantes asaltaron estos edificios, en acciones que parecían coordinadas, durante una manifestación de miles de personas por la tarde en el centro de Beirut contra la clase dirigente, a la que piden cuentas tras el estallido del martes que devastó zonas enteras de la ciudad y dejó además a 300.000 personas sin hogar.
Cerca de la plaza de los Mártires, epicentro tradicional de las manifestaciones en la capital, se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad, que lanzaron gases lacrimógenos, y jóvenes que lanzaron piedras.
Para los libaneses, que acumulan el peso de una crisis económica inédita, la explosión es la gota que colmó el vaso y ha relanzado un movimiento de protesta que comenzó en octubre contra la clase política, considerada corrupta e incompetente, pero que había perdido fuelle por la pandemia de coronavirus.
En un discurso televisado, el primer ministro libanés, Hassan Diab, anunció que propondría elecciones legislativas anticipadas, al estimar que solo unos comicios permitirán "salir de la crisis estructural". Dijo que estaba dispuesto a permanecer "dos meses" en el poder, mientras las fuerzas políticas se ponen de acuerdo al respecto.
La Cruz Roja libanesa informó que 63 personas heridas en las protestas fueron trasladadas al hospital y otras 175 fueron atendidas en el lugar.
"Un miembro de las Fuerzas de Seguridad Interior falleció [...] cuando ayudaba a personas atrapadas en el hotel Le Gray", indicó por su parte la policía libanesa, que añadió que el agente fue "agredido por un cierto número de alborotadores que provocaron su caída y su muerte".Mientras las fuerzas de seguridad se concentraban en mantener el orden en la manifestación, unos 200 participantes liderados por oficiales retirados del ejército tomaron por asalto la sede del ministerio de Relaciones Exteriores, proclamándolo "sede central de la revolución".
“Estamos en guerra”
El exgeneral Samir Rammah exhortó a través de un megáfono al levantamiento y a perseguir a "todos los corruptos", mientras que manifestantes descolgaban y pisoteaban el retrato del presidente Michel Aoun.
El ejército, enviado como refuerzo, desalojó horas más tarde a los participantes, usando balas de goma y gas lacrimógeno.
Otro grupo de manifestantes también intentó tomar la sede central de la Asociación de Bancos y le prendieron fuego antes de ser desalojados por el ejército, según un fotógrafo de la AFP en el lugar.
Varios ciudadanos irrumpieron también en el ministerio de Economía, así como el de Energía, símbolos de la mala gestión de los servicios públicos.
"Estamos oficialmente en guerra contra nuestro gobierno", declaró una activista, Hayat Nazer.Los bancos son el blanco de la rabia de los manifestantes desde octubre, debido a duras restricciones impuestas a la retirada y transferencia de dinero.
En la plaza de los Mártires la consigna de miles de personas fue "El día del juicio". Se instalaron guillotinas de madera y los participantes agitaban sogas. El hashtag #cuélguenlos circula desde hace varios días por las redes sociales.
"Venganza, venganza, hasta la caída del régimen", clamaron los manifestantes, mientras las fuerzas de seguridad intentaban impedir a algunos grupos avanzar hacia el Parlamento, según corresponsales de la AFP.La gigantesca explosión en el puerto, el martes, cuyas circunstancias aún no han sido esclarecidas, habría sido provocada por un incendio que afectó un enorme depósito de nitrato de amonio, una peligrosa sustancia química.
La catástrofe ha dejado al menos 158 muertos y más 6.000 heridos, incluidos al menos 120 en estado crítico, según el balance del sábado del Ministerio de Salud libanés, así como 300.000 personas sin hogar. Además, 21 personas siguen desaparecidas, y 43 sirios murieron, según su embajada.
Naufragio
Michel Aoun declaró el viernes que rechazaba una investigación internacional, y afirmó que la explosión podría haber sido causada por negligencia o por un misil.
Una veintena de funcionarios del puerto y de las aduanas fueron detenidos, según fuentes judiciales y de seguridad.
Cinco diputados dimitieron desde el drama, entre ellos tres de un partido cristiano de oposición, cuyo secretario general murió en la explosión.
Dos días después de una visita del presidente francés, Emmanuel Macron, una videoconferencia de donantes tendrá lugar el domingo coorganizada por la ONU y Francia, con la participación del presidente estadounidense, Donald Trump, que tuiteó "¡Todo el mundo quiere ayudar¡".
Líbano se encuentra en pleno naufragio económico, tras haber caído en cesación de pagos de su deuda, y sus responsables son incapaces de ponerse de acuerdo en un plan de rescate con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En Beirut, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró a los libaneses que no estaban “solos”. La UE ya liberó 33 millones de euros (39 millones de dólares).