El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la reforma judicial no busca destruir al Poder Judicial, en respuesta a las declaraciones de la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). 

Durante su conferencia matutina, el mandatario rechazó que la reforma implique una “demolición” del sistema judicial, como lo sugirió Piña, y defendió la necesidad de combatir la corrupción en el sector.

Anoche, el Senado de la República aprobó una serie de reformas al Poder Judicial que limitan las remuneraciones de ministros, magistrados y jueces, asegurando que no superen las del titular del Ejecutivo. 

Estas modificaciones, impulsadas por la Cámara de Diputados, fueron avaladas en comisiones del Senado con 25 votos a favor de los senadores de Morena, PT y PVEM, mientras que PAN, PRI y Movimiento Ciudadano se opusieron con 12 votos en contra.

López Obrador aseguró que el objetivo de la reforma no es destruir al Poder Judicial, sino limpiarlo de la corrupción. “Ella (Norma Piña) usó la palabra demolición, pero no se va a destruir nada, al contrario”, dijo el presidente, quien argumentó que la corrupción ha sido un problema estructural en este sector. Agregó que históricamente el Poder Judicial ha protegido los intereses de las élites, impidiendo el avance del país. 

El presidente afirmó que la corrupción en el Poder Judicial es de “dominio público” y que gran parte de la ciudadanía sabe que es necesario reformar el sistema para que deje de beneficiar a las minorías privilegiadas. En este sentido, defendió que la reforma busca hacer al sistema judicial más justo y equitativo, eliminando las prácticas de corrupción.

Piña presentó sus propias propuestas de reforma judicial y advirtió que "la demolición del Poder Judicial no es la vía", subrayando la importancia de realizar cambios profundos que mejoren el acceso a la justicia. Afirmó que se requiere valor y voluntad política para construir un sistema judicial más equitativo y enfocado en garantizar la paz social.

López Obrador aprovechó su intervención para presentar un estudio titulado El nepotismo se ha instalado en el Poder Judicial de la Federación, entregado al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y la SCJN. 

Según el documento, al menos 500 jueces y magistrados han colocado a familiares en puestos dentro del Poder Judicial. El estudio señala que 112 jueces habrían dado empleo a sus esposas o parejas, 180 a sus hijos, 136 a sus hermanos y 27 a sus padres, lo que refleja un problema estructural de nepotismo en el sector.

El informe, que abarca los 31 estados del país, revela que más de 7 mil empleados del Poder Judicial comparten sus espacios laborales con familiares cercanos. Aunque no se especifican nombres, el estudio incluye los números de expediente de los funcionarios involucrados. Para el presidente, esta es una de las razones clave por las que se necesita una reforma profunda que elimine la corrupción y el nepotismo, logrando un sistema de justicia transparente.