En julio de 2024, la inflación anual en México se ubicó en 5.57%, lo que representó el nivel más alto en 14 meses y la quinta alza consecutiva en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación mensual en julio fue de 1.05%, la tasa más elevada para este mes desde 1996.

El aumento en la inflación anual superó ligeramente el consenso de analistas que preveían 5.54%, aunque se mantuvo dentro del rango estimado, que oscilaba entre un mínimo de 5.18% y un máximo de 5.66%.

Este comportamiento inflacionario fue impulsado principalmente por el alza en los precios de productos agropecuarios y energéticos.

Dentro de los productos con mayor incidencia en la inflación, el jitomate registró un aumento mensual del 33.3%, seguido por la cebolla con 25.1%, la naranja con 18.6%, y el aguacate con 17.0%. En el ámbito energético, el gas doméstico LP experimentó un incremento del 6.7%, mientras que otros productos básicos como la carne de cerdo y el huevo vieron alzas del 4.8% y 3.7%, respectivamente.

Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye los bienes y servicios con precios más volátiles, reportó un incremento mensual del 0.32%, situándose en una tasa anual de 4.05%. Esto representó una ligera disminución respecto al 4.13% registrado en junio, acumulando así 19 meses de descensos y alcanzando su nivel más bajo desde abril de 2021. Dentro de este índice, los precios de las mercancías aumentaron un 0.12% mensual y un 4.05% anual, mientras que los servicios subieron un 0.55% mensual y un 5.22% anual.

En contraste, el índice de precios no subyacente, que incluye productos como alimentos frescos y energéticos, registró un aumento del 3.29% mensual y del 10.36% anual. Este índice suele ser más volátil debido a la influencia de factores externos como el clima y las regulaciones gubernamentales.

El índice de precios de la canasta de consumo mínimo, que abarca 176 productos y servicios básicos, experimentó un aumento del 1.22% mensual y del 5.60% anual. Este comportamiento refleja el impacto directo de las variaciones de precios en el poder adquisitivo de las familias mexicanas, especialmente en aquellos hogares con menores ingresos.

En comparación con el mismo periodo de 2023, cuando la inflación anual fue del 4.79%, los datos de julio de 2024 evidencian una aceleración inflacionaria que preocupa por sus posibles repercusiones en la economía del país. Las frutas y verduras dentro del sector agropecuario mostraron una inflación anual del 23.55%, marcando ocho meses consecutivos con tasas de dos dígitos, un incremento no visto desde agosto de 2017.

Los energéticos también presentaron un comportamiento inflacionario significativo, con una tasa anual del 9.17% en julio, la más alta desde diciembre de 2021, y una aceleración por octavo mes consecutivo. En este contexto, el gas doméstico LP tuvo un repunte mensual del 6.70%, mientras que la gasolina de bajo octanaje subió 1.14%.

El INPC, como indicador económico clave, mide la variación promedio de los precios de una canasta representativa de bienes y servicios consumidos por los hogares mexicanos. Las fluctuaciones en este índice afectan directamente el poder adquisitivo y el bienestar de la población, lo que hace de la inflación un tema de gran interés para la sociedad en general.

La tendencia inflacionaria observada en los últimos meses ha sido motivo de preocupación, pues refleja no solo la presión sobre los precios de productos básicos, sino también la complejidad de factores externos que influyen en la economía. A pesar de la leve disminución en la inflación subyacente, la persistencia de altas tasas en productos clave sugiere que la estabilidad económica del país aún enfrenta desafíos importantes.