El Caso Lydia Cacho se remonta al año 2005, cuando la periodista y activista Lydia Cacho fue detenida y trasladada de manera irregular desde Cancún a Puebla bajo acusaciones de difamación. La detención fue ampliamente considerada como una represalia por la publicación de su libro "Los Demonios del Edén", donde destapaba una red de explotación sexual infantil que involucraba a personajes poderosos, incluyendo al empresario Kamel Nacif. El caso expuso la colusión entre empresarios y autoridades políticas, incluyendo a Marín Torres, quien fue señalado por orquestar el operativo contra Cacho para proteger a Nacif.

A lo largo de los años, Mario Marín Torres se convirtió en una figura central del escándalo, ganando notoriedad por el apodo de "el gober precioso" tras la filtración de grabaciones telefónicas en las que conversaba con Nacif. En dichas grabaciones, ambos discutían la detención de Cacho y se referían a ella en términos despectivos.

La liberación de Marín Torres ha reavivado el debate sobre la impunidad en México y la capacidad del sistema de justicia para castigar a quienes abusan de su poder. Para muchos, el regreso de Marín Torres a Puebla es un recordatorio del difícil camino que aún enfrenta el país en su lucha contra la corrupción y la protección de los derechos humanos.