Ciudad de Puebla, Pue.- El gobernador Miguel Barbosa Huerta  y la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, encabezaron la firma de la Carta de Intención por el Trabajo Digno, acto en el que el mandatario aseguró que no se presionará a trabajadores y sindicatos para hacer valer sus derechos.

“Seremos un gobierno progresista que atienda las demandas más sentidas de la sociedad y nunca presionaremos a los trabajadores ni a los sindicatos para que hagan valer sus derechos”, expresó Barbosa Huerta.

El titular del Ejecutivo afirmó que se garantizará a la clase trabajadora que la justicia social sea una prioridad de su gobierno, aspecto que estuvo ausente durante varios años en Puebla.

Aseveró que se tiene la firme convicción de impulsar una sociedad de derechos y de libertades para todos los segmentos sociales, así como evitar presiones al sector empresarial al cual se le brindará el apoyo a sus inversiones. 

“Comprometido con los empresarios de que nunca más habrá una presión desde el gobierno para ustedes, por el contrario, apoyo para dar certidumbre a sus inversiones y hacer que sus negocios florezcan”, manifestó el gobernador.

Barbosa Huerta señaló que si bien en la entidad no ha habido huelgas, esto se debió a la coacción que se dio en contra de los sindicatos para que no hicieran valer sus derechos.

En el marco de esta firma de convenio, el gobernador anunció que su administración simplificará y reducirá los trámites para establecer, al menos, 30 procedimientos en los que estén involucrados el sector social y la iniciativa privada.

En su mensaje, la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luis María Alcalde Luján refirió que el gobierno federal tiene como prioridad generar un ambiente en el cual la paz sea producto de la justicia y no del control.

Expresó que la firma del acuerdo representa una apertura al diálogo permanente y necesario entre los distintos órdenes del gobierno, los empresarios y la clase laboral.

Asimismo, Alcalde Luján dijo que el reto de los gobiernos es aplicar la reforma laboral, así como mantener un ambiente en el que las organizaciones gremiales nazcan de manera libre, mantengan su democracia interna y fortalecer al sector productivo a través de mejoras salariales.