La empresa Cabify estableció en sus términos y condiciones de uso que al igual que Uber se deslinda de cualquier responsabilidad e irregularidad que pudiera suceder durante un viaje realizado.

La compañía española especifica en sus condiciones de uso que los usuarios renuncian a la posibilidad de demandarla ante cualquier inconveniente que se presente durante un servicio, pues asegura que sólo sirve como intermediaria entre el chofer y el cliente.

De esta manera cualquier responsabilidad civil o legal recae en el chofer quien deberá de arreglar la situación de forma directa con el agraviado sin contar con ningún tipo de apoyo de parte de la plataforma.

“Cabify no evaluará la idoneidad, legalidad o capacidad de dicho servicio de transportes, renunciando el Usuario expresamente y exonerando a Cabify, de cualesquiera obligaciones, reclamaciones o daños surgidos como consecuencia de la relación entre usted y la tercera parte, en virtud del uso del software o sus servicios”, dicen los términos y condiciones de uso.

Por otra parte la empresa no garantiza que los conductores brinden un servicio de calidad a pesar de ser una de las características del transporte ejecutivo,  de igual manera que Uber interpone cuotas de entre 100 y dos mil pesos en caso de que el usuario ensucie o maltrate la unidad en la que se transporta.

Además la empresa también interpone un candado en el que el usuario deslinda de toda responsabilidad a la aplicación  en caso de que sus datos sean robados y mal utilizados.

“Cabify no garantiza que terceros no autorizados no puedan conocer las condiciones, características y circunstancias en las cuales el Usuario accede a la Aplicación y/o Sitio Web. En consecuencia, Cabify no será en ningún caso responsable de los daños y perjuicios que pudieran derivarse de dicho acceso no autorizado”, se lee en las condiciones de uso.

Cabe mencionar que tras la muerte de la joven estudiante de la Upaep, Mara Castilla,  la empresa fue suspendida de Puebla por las autoridades estatales, sin embargo luego de las reformas a la Ley de Transporte en las que se incluye que las Empresas de Redes de Transporte deberán de asumir responsabilidad legal ante cualquier irregularidad que se presente en sus viajes, volvió a operar con la promesa de que garantizaría la seguridad de sus consumidores.