La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) han activado sus sistemas de observación ante el asteroide 2024 YR4, un fragmento de roca que podría colisionar contra la Tierra en 2032. Aunque la probabilidad de impacto es solo del 1.5%, este riesgo ha generado una alerta por primera vez en 20 años.

 La NASA y la ESA, dos de las agencias espaciales más importantes del mundo, están liderando la vigilancia de este asteroide, que fue descubierto el 27 de enero de 2025. Expertos de ambas instituciones han destacado que, aunque el riesgo no es elevado, la situación requiere seguimiento constante.

El asteroide mide entre 40 y 90 metros de diámetro, similar al tamaño de un campo de fútbol como el Bernabéu. La observación continuará hasta abril de 2025, cuando el asteroide se alejará y no podrá ser detectado hasta 2028, cuando regrese a la proximidad de la Tierra.

La fecha más crítica es el 22 de diciembre de 2032, cuando el asteroide pasará cerca de nuestro planeta. En caso de impacto, el riesgo está centrado en el océano Pacífico oriental y áreas cercanas, aunque se descarta una catástrofe global.

A pesar de la baja probabilidad, los expertos están alertas, ya que este es el primer caso de alerta significativa desde el asteroide Apofis en 2004. La situación se sigue monitoreando para mantener actualizada la información sobre su trayectoria y posibles riesgos.